Texto: Charly Torrijos
El paso del tiempo no perdona, y es algo que ya sabemos. Luchar y combatir contra el efecto de los años no es algo nuevo. Intentar conseguir, detener o retrasar sus consecuencias en nuestra piel se ha convertido desde hace muchísimos años en un hábito presente en el día a día de la mayoría de las personas. Igual que nosotros cambiamos con los años, nuestra piel también lo hace. Lo que necesita a los 20 será muy diferente de lo que nos pida a los 50.
El primer cuidado de la piel que tenemos que llevar a cabo, sin importar la edad, es la prevención, evitando la exposición solar o la polución. Luego ya recurriremos, así como apoyarnos según las necesidades, a la medicina estética.
La edad biológica es la que nos determina el ADN, pero además existen otros factores que pueden acelerar el envejecimiento y es ahí donde podemos actuar para retrasarlo, eliminando o corrigiendo malos hábitos como:
- Tabaco
- Mala alimentación
- Sedentarismo
- Poca ingesta de agua diaria
- No usar SFP50/30 depende el foto-tipo de piel
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que a la misma edad dos pieles no tienen por qué comportarse de la misma manera. Depende mucho la genética, así como los cuidados que llevemos a cabo. Pero sí existen unos denominadores comunes para saber los tratamientos idóneos según generación.
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